Un estudio de la Universidad de Hawaii reveló que durante los primeros años de vida se puede advertir la propensión a contraer la enfermedad mediante información genética.
El Alzheimer es una de las enfermedades más amenazantes para las personas de la tercera edad. Suele aparecer después de los 50 años y trastorna por completo la vida de aquel que lo padezca. Hasta el momento, los métodos de detección se llevaban a cabo durante los pocos años previos al problema de salud o ante los primeros síntomas. Sin embargo, la ciencia anunció un descubrimiento capaz de cambiar el paradigma: el riesgo de contraer la enfermedad podrá ser detectado en la niñez.
Una investigación liderada por científicos de la Universidad de Hawaii reveló que el desarrollo del Alzheimer comienza, en realidad en los primeros años de vida.
Durante varias décadas, los estudios estuvieron enfocados en proteínas específicas que crecían en el cerebro durante la fase inicial de la enfermedad. Pero esa técnica no encontró el camino para poder hallar técnicas o métodos de prevención o detección temprana.
Para el estudio se apeló a una base de datos -imágenes cerebrales y test cognitivo- de 1.187 niños y adolescentes sanos de entre 3 y 20 años. Así se analizó una variable de genes específica asociada al riesgo de contraer la enfermedad llamada Apolipoproteína E o gen APOE. Cada persona posee un par de ese gen, heredados de sus dos padres.
La clave de la investigación fue que algunos de los jóvenes que presentaban la copia e4 -relacionada al mayor riesgo de padecer la enfermedad- tenían un hipocampo sensiblemente más pequeño que otros individuos de su edad.
Lo mismo ocurría con ciertas zonas de la corteza cerebral relacionada al reconocimiento de objetos y toma de decisiones.
"Este tipo de cambios son los que se relacionan en la adultez al Alzheimer", explicó la líder de la investigación, Linda Chang. "Lo asombroso es que estos indicadores también pueden estar presentes durante la infancia", añadió.
Además, el estudio reflejó que aquellos jóvenes que presentaban hasta dos copias de la variante e4, también con un hipocampo más pequeño, rendían +con deficiencia ante algunos test cognitivos.
Rebecca Knickmeyer, neuróloga de la Universidad de Carolina del Norte, indicó en una editorial que acompañó al estudio, publicado en el Journal Neurology: "Esto todavía no tiene implicaciones inmediatas, pero forman parte de un trabajo masivo que sugiere que el Alzheimer es una condición que se desarrolla durante toda la vida. El desarrollo cerebral es un aspecto que los jóvenes deberían analizarse en su transición a la adultez", explicó.