El entrenador de Racing habló de cara al partido de este sábado que definirá al nuevo campeón de la Copa Sudamericana.
Racing vive horas de máxima emoción a la espera de la gran final de la Copa Sudamericana frente a Cruzeiro, que se disputará este sábado en el estadio La Nueva Olla de Asunción.
En la antesala, el entrenador e ícono académico Gustavo Costas ofreció una conferencia de prensa cargada de sentimiento, acompañado por el arquero Gabriel Arias, en representación de un plantel que sueña con volver a alzar un título internacional tras décadas de espera.
"Estoy orgulloso de este grupo, lograron muchísimo a pesar de todos los golpes que recibieron. Nunca viví algo como esto en Racing, ni como mascota ni como jugador. Es una revolución lo que hicieron y solo tengo palabras de agradecimiento", expresó Costas visiblemente emocionado.
El entrenador destacó la fortaleza y unión del equipo: "Mañana hay que ganar como sea, cueste lo que cueste, porque este grupo y la gente lo merecen. Este es el mejor grupo que tuve en mi carrera, están locos, cantan las canciones de Racing, toman mate juntos, son increíbles".
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Además, Costas compartió su filosofía como técnico e hincha: "Siempre les digo a los chicos que lo más importante es dejar una huella en el fútbol, no solo ganar dinero. Lo que me llevo son los recuerdos, el cariño de la gente, y eso vale más que todo. Paraguay es como mi casa y jugar esta final aquí, contra Cruzeiro, es algo que soñé. Espero que mañana se nos dé".
El testimonio de Gabriel Arias
El arquero y figura de Racing también brindó su visión sobre Costas: "Estos días estuvo más sentimental de lo normal", bromeó Arias. A lo que el entrenador respondió: "Me dice que lloro cada 10 minutos porque estoy viejo". Entre risas, Arias cerró: "Es más tranquilo fuera de la cancha de lo que parece dentro. Nos alentamos y exigimos mutuamente, pero Gustavo es único".
Últimos movimientos en Asunción
El plantel de Racing reconoció este viernes el estadio La Nueva Olla, donde buscará la gloria, y realizó su último entrenamiento en el campo del Defensores del Chaco. El ambiente está marcado por la ilusión y la esperanza de romper la sequía internacional que persigue al club desde 1988, cuando conquistó la Supercopa Sudamericana, también con Cruzeiro como rival.
La final de este sábado promete ser un choque memorable, con Racing buscando coronar una campaña histórica y cumplir el sueño de su gente.