Anne Hathaway deslumbró en la portada de Vogue Francia con un estilo audaz y sofisticado

Mientras disfruta de un excelente presente laboral y mantiene a sus seguidores expectantes por el estreno de la secuela de dos de sus películas más icónicas (El Diablo viste a la Moda y El diario de la princesa), Anne Hathaway sigue reafirmando su faceta como it girl. Embajadora y mimada por marcas de lujo, ahora es tapa de Vogue con una serie de sofisticadas apuestas.

Para la portada de noviembre de la edición francesa de la famosa revista, la actriz se lució con un vestido negro cut out, uno de los fenómenos más fuertes de los últimos años que sigue vigente. Se trata de un modelo de Versace (firma de la que es cara) de silueta ajustada al cuerpo, escote irregular con un recorte y una sola manga larga.

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El look de tapa se completó con joyería Bvlgari, firma de la que es embajadora junto a Zendaya. ¿Los elegidos? Dos anillos de oro y diamantes que llevó en su mano derecha. Para coronar el estilismo, usó el pelo suelto peinado al natural con su característico flequillo desmechado y una apuesta de maquillaje sutil.

Siempre fiel a su estilo sofisticado y minimalista, pero no por eso menos glam, posó con otras apuestas de lujo que se destacaron. También de Versace, usó un vestido rojo de mangas largas con sectores drapeados y un aplique en forma de alfiler de gancho en el frente.

Audaz, en otra de las postales se mostró con una campera de jean firmada por Gucci entreabierta, sin lencería debajo, y una falda larga translúcida. Como en todo photoshoot de Vogue, tampoco faltaron los vestidos de fiesta, desde un modelo lencero corto y escotado en color champagne de Versace hasta un strapless con pliegues efecto metálico de Balenciaga.

Consagrada ícono fashionista, Hathaway desplegó su actitud sin límites e inconfundible estilo.