El encuentro será en Salta y comenzó a tomar forma tras una invitación del gobernador de esa provincia, Gustavo Sáenz.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, volverá a verse cara a cara con varios gobernadores tras el fracaso de la ley ómnibus en el Congreso de la Nación, lo que derivó en un mayor recrudecimiento de la interna entre el Ejecutivo Nacional y los mandatarios provinciales, a través de fuertes definiciones públicas, en especial por parte del presidente, Javier Milei. El encuentro será en Salta y comenzó a tomar forma tras una invitación del gobernador de esa provincia, Gustavo Sáenz, con la excusa de la conmemoración de los 211 años de la batalla de esa provincia.
Francos viajará solo, en avión de línea, el mismo martes, cuando se haga primero el acto por la mañana y luego la reunión, que será a “agenda abierta”, según detallaron a fuentes de la Casa Rosada.
“No nos vamos a arrodillar ante nadie. Solo ante Dios y la Virgen del Milagro. Acá no hay traidores ni mentirosos”, dijo Sáenz, considerados por el Gobierno Nacional como uno de los integrantes del primer grupo, en las últimas horas en referencia al conflicto con Nación.
La lista final de asistentes aún no está completa, pero entre quienes se espera que asistan estará el peronista Raúl Jalil, de Catamarca, y Hugo Pasalaqua, de Misiones. Ninguno de los dos estuvo en la reunión del lunes 29 de enero en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), cuando el grupo más amplio de mandatarios provinciales se vio cara a cara por última vez con Francos, en la previa a una semana de máxima tensión por la discusión alrededor de la posible coparticipación del impuesto PAIS y pocos días antes de que el oficialismo retirara el proyecto que ya se estaba votando en el recinto.
Esa fue la antesala también de los mayores dardos del presidente Javier Milei a los mandatarios provinciales y sus representantes en el Parlamento, en la previa y el post de lo sucedido alrededor de la ley ómnibus. Precisamente pocos días después de lo sucedido en el recinto salió eyectada de su cargo la secretaria de Energía, y persona de las filas de Sáenz, Flavia Royón. “Si el Presidente entiende que Sáenz merece castigo y yo soy salteña, está bien”, dijo la exfuncionaria luego de que se comunicara su salida.
Cerca de Francos resaltan que la agenda del encuentro será “abierta” y aseguran que, pese a lo que sucedió en la escena pública, el diálogo entre el ministro y los mandatarios provinciales, “nunca se cortó”. Destacan en ese sentido que en estos últimos días se encontró con Leandro Zbdero de Chaco, que visitó la Casa Rosada para la conferencia conjunta con los también ministros Patricia Bullrich y Mariano Cúneo Libarona y que también mantiene diálogo casi permanente con el chubutense, Ignacio “Nacho” Torres, por los feroces incendios en el Parque Nacional Los Alerces. Y que incluso para combatirlos le pidió brigadistas a Maximiliano Pullaro, el mandatario santafesino, uno de los más apuntados desde el Ejecutivo junto a Martín Llaryora de Córdoba. Santa Fe y Córdoba siempre fueron las más cuestionadas en el oficialismo por sus planteos en las negociaciones que precedieron a la votación.
Un funcionario hace de nexo con algún gobernador es Daniel Scioli, el secretario de Ambiente, Deportes y Turismo, que se comunicó con el santacruceño Claudio Vidal. El exembajador en Brasil se desempeña bajo la órbita de Francos.
En los últimos días también se sumó a la tensión existente entre el Gobierno nacional y los provinciales, la posible judicialización por parte de estos últimos ante los recortes en materia de subsidios al Transporte y Educación. Punto que en Casa Rosada relativizan por estas horas. “Nunca ninguno de estos temas se solucionó en la justicia”, aseguran en referencia a que la salida deberá ser política. Tras lo que complementan que “no afecta a la relación, son gestos políticos”.
El conflicto con los gobernadores lleva semanas y nada indica que en el corto plazo haya un alivio en la relación. Tampoco se baraja la posibilidad de un encuentro en la Casa Rosada, como si hubo en diciembre pasado, en la previa al envío al Congreso del megaDNU y luego la ley ómnibus, todo lo que puso en estado de alerta a los mandatarios provinciales, cuando aún no había concluido el año.