Entre los más frecuentes se encuentra no llegar al orgasmo. Al margen de cada experiencia personal, lo recomendable siempre es tratar el tema con un profesional.
La falta de educación sexual es a menudo culpable de que las personas sufran miedos o inseguridades en sus relaciones. La cama suele ser el punto de encuentro donde hombres y mujeres se entregan a sus más ocultos deseos y recónditas fantasías, pero bajo las sábanas también se esconden miedos que terminan por salir a la luz.
“Cuando hablamos de miedos, nos referimos a un campo tan amplio que cada persona puede tener sus propios temores en función de sus experiencias anteriores, su educación sexual y lo que les hayan contado sobre el sexo, por ejemplo”, señaló Sonia García, psicóloga, sexóloga y autora del libro “Los enemigos del sexo”.
Por su lado, Ángel Luis Guillén, sexólogo y director del centro de Psicología y Sexología Psicopartner indicó: “La educación sexual es el elemento clave en el tema que nos ocupa y la falta de la misma es responsable de alimentar numerosas falsas creencias totalmente infundadas”.
“La educación sexual permite dar una visión de la sexualidad sin estereotipos ni roles de actuación que libera a las personas para tener una vida sexual saludable”, añadió Guillén.
Cuáles son los 7 mejores temores sexuales de las mujeres
- Sentir dolor: las mujeres temen sufrir molestias en la vagina durante el coito con la penetración. Esto suele estar relacionado con experiencias sexuales pasadas en las que pudieron haberlas padecido.
- Ser cosificada y utilizada: esto es motivo de consulta para muchas mujeres, pues temen que las vean solo como un objeto sexual. “Este temor tiene que ver con el sentimiento de ser utilizada para que la pareja pueda disfrutar y, una vez lo haya conseguido, la deje”, comentó Guillén.
- No llegar al orgasmo: hay pacientes que piensan que no van a tener un orgasmo y, por lo tanto, “creen que su cuerpo está roto y no funciona”, afirmó García.
- Exponer su cuerpo desnudo: si la persona sufre algún complejo físico, se sentirá vulnerable y preferirá no mostrarlo. En este punto, la sexóloga indica que también hay mujeres con miedo a mostrar sus genitales, porque sienten rechazo por ellos al considerarlos “feos”. “En consulta, encontramos de manera muy frecuente una valoración excesivamente crítica y negativa hacia el propio cuerpo físico”, subrayó Guillén, quien agregó: “Hay una creencia de que solo podés atraer sexualmente a tu pareja si tenés un cuerpo perfecto, pero eso no es así”.
- Tener un embarazo no deseado: se trata de un miedo predominante entre las mujeres y motivo habitual de que no disfruten de las relaciones sexuales en su plenitud. El psicólogo apuntó que “en muchas ocasiones, aparecen pensamientos irracionales que producen una gran preocupación y evitan las relaciones sexuales satisfactorias”.
- Ser mala amante: “A veces, hay una preocupación porque su pareja tenga una buena valoración de ella como amante y que no busque fuera de la relación algo que ella no le esté dando a nivel sexual”, según Guillén.
- Contraer una infección de transmisión sexual (ITS): este temor aparece en ambos sexos. En este caso, la preocupación puede ser funcional porque hace que se tomen medidas de prevención.
Cómo vencer los temores sexuales
Asimismo, el psicólogo recuerda que la falta de educación sexual es general y dijo: “Es importante no basarnos únicamente en los consejos de amigos o familiares, sino contrastarlo con algún profesional”.
García también hace alusión a aquellas referencias inadecuadas en el sexo como, por ejemplo, el porno y, sobre el mismo, explicó que hay que ser consciente de que es solo ficción y no una referencia.
Cómo puede ayudar la pareja a superar los miedos sexuales
Además, la sexóloga aconsejó que todo eso se debe llevar a cabo sin
ningún tipo de presión y sin tratar de buscar culpables, “animando si es necesario a acudir a un especialista y mostrándose en disposición de participar en el tratamiento si el profesional así lo requiere”.
Muchas personas piensan erróneamente que los problemas sexuales se resuelven solos con el paso del tiempo, pero el psicólogo-sexólogo es el especialista adecuado para trabajar los miedos y preocupaciones.
La realidad nos dice que cuanto más tardamos en buscar ayuda, más se cronifican y más cuesta superar luego estos problemas. “Sí se superan, pero el tratamiento es mucho más sencillo si acudimos al especialista cuando llevamos unas semanas con el temor en cuestión rondando por la cabeza que cuando lo padecemos desde hace diez años”, detalló García. “La sexualidad es natural, por lo que debemos normalizarla y hablar de ella sin tabúes”, concluyó.