Pilar Palomero transmite verdad en una película en la que brilla su jovencísimo reparto encabezado por Carla Quílez, Àngela Cervantes y Jordan Dumes.
Por Juan Pando
Para Fotogramas
Lo mejor que puede decirse de una película es que transmite verdad, justo lo que hace 'La maternal'. Pero no la verdad desnuda de un informativo de televisión o de un documental al uso, sino esa otra realidad tamizada por la mirada de un creador que convierte lo particular en universal, y que llamamos arte. Por si cupiesen dudas, el milagro queda patente en esa conmovedora secuencia en la que las niñas-madres narran sus casos. El dolor profundo de unas vidas rotas por un embarazo precoz y el desamor. El rostro de Carla Quílez refleja sus pensamientos, su rabia, su alegría, su sorpresa y el desconcierto ante su situación. La vemos madurar sin dejar de ser niña.
El trabajo brillante de ese puñado de jóvenes no profesionales no debe deslumbrarnos. Quien obra el prodigio no son ellas, sino Pilar Palomero. Su ópera prima, 'Las niñas', generó un entusiasmo generalizado que no compartí. Tras 'La maternal' solo puedo decir que ha hecho una de las mejores películas, si no la mejor, en este año de cosecha espléndida de nuestro cine.
Para recrearse con ese prodigio que es la vida vista por los ojos de una artista.