Santiago del Estero, Viernes 29
Marzo de 2024
X
País

Ataque a Cristina Kirchner: Carrizo y Díaz dijeron que no participaron del atentado y pidieron ser liberados

El líder de los Copitos aseguró estar en “absoluto estado de indefensión”. Pidió su traslado para estar presente en la audiencia.

19/10/2022

“Por favor, tomen la decisión correcta. Estoy ahí encerrado pensando por qué hice una joda así...”. Con los brazos cruzados y una camisa a cuadros blanco y negro (los mismos colores que usó el día posterior al intento de asesinato de Cristina Kirchner para aparecer en televisión), Nicolás Gabriel Carrizo, el denominado jefe de los “copitos”, se presentó hoy en los tribunales de Comodoro Py para ver cara a cara a los jueces de la Cámara Federal que deben resolver si confirman su procesamiento en la causa que investiga el atentado contra la Vicepresidenta. Había sido trasladado desde el penal de Marcos Paz. Agustina Díaz, la amiga de Brenda Uiarte, que también está acusada en el ataque, siguió la audiencia por zoom desde la cárcel de Ezeiza, Ella también buscó desinvolucrarse: pidió que la dejen volver a su casa.

Todo sucedió esta mañana en el segundo piso de los tribunales de Comodoro Py 2002. Será la primera vez que los jueces de la Sala I de la Cámara Federal revisen las pruebas de la causa. Es que las defensas de Fernando Sabag Montiel, el hombre que le apuntó en la cara a Cristina Kirchner; y su novia, Brenda Uliarte, decidieron no apelar el procesamiento que los consideró coautores del delito de homicidio agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, en grado de tentativa.

Por eso, el encuadre de la calificación elegida por la jueza, la interpretación de los chats que pusieron presos a Carrizo y a Díaz, las pruebas producidas en el expediente para las partes y las críticas a los legajos secretos fueron eje de las quejas que se escucharon hoy. Pero la defensa de Carrizo también le puso condimento político: habló de “presiones” hacia la jueza María Eugenia Capuchetti, incluso por parte del presidente Alberto Fernández, que llamó a la magistrada por teléfono luego del ataque y resaltó que la custodia vicepresidencial se creó para Cristina Kirchner porque antes no existía. Además, citando al jurista Eugenio Zaffaroni (”con el que la querella debe coincidir porque el Gobierno lo promovió para ser juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, deslizó), la defensa dijo que el delito de matar a CFK fue de “comisión imposible” porque el arma no tenía bala en la recámara.

La audiencia comenzó cerca de las 10.30, media hora más tarde de lo previsto, en medio de un operativo de seguridad que se desplegó en el segundo piso de los tribunales por la llegada de Nicolás Gabriel Carrizo. Fue en este edificio, un piso más arriba, en donde había sido arrestado el 14 de septiembre cuando llegó a buscar el teléfono celular que aportó al declarar como testigo y que lo terminó convirtiendo en acusado.

Agustina Díaz, la amiga de Brenda, siguió la audiencia desde la cárcel de Ezeiza, donde está alojada. Con su mirada con lentes sin apartarse de la cámara, la joven miraba la mesa alargada de la sala audiencia encabezada por los jueces Pablo Bertuzzi y Mariano Llorens (Leopoldo Bruglia está de licencia) mientras los abogados querellantes y defensores daban sus argumentos.

Pero el trámite duró tanto -más de tres horas- que el zoom con la cárcel se cortó varias veces y, en la tercera interrupción, Carrizo pidió permiso para ir al baño, frente a su vaso de agua vacío. “Voy a hacer lo más rápido posible”, dijo el detenido. La preocupación era por la coordinación con el servicio penitenciario para que lo movieran hacia otro piso para que fuera al baño. Mientras esperaba, Carrizo saludó a los periodistas que cubrían la audiencia con las manos esposadas. “Hola... Me estoy meando”, dijo sonriendo.

La querella de la ex presidenta reclamó que los procesamientos sean confirmados. Concedió que se les baje los embargos y la aplicación del agravante de la alevosía, como solicitaba la defensa en sus escritos. Por su parte, la defensa de Agustina Diaz pidió revocar el procesamiento: aseguró que su cliente no estaba al tanto del intento de homicidio que iba a llevarse adelante. Y el abogado Gastón Marano denunció un “absoluto estado de indefensión” para con su cliente Carrizo por las pruebas que no le permitió llevar adelante pedidas por la defensa, en detrimento de las que sí se conceden a la querella y la fiscalía. También habló de una “incoherencia” en el fallo en el que se consideró al jefe de los copitos como un cómplice secundario.

Sobre el final de la audiencia, Bertuzzi le preguntó a los detenidos si querían decir algo: “Por favor tomen la decisión correcta. Estoy ahí encerrado pensando por qué hice una joda así... Yo no sabía. Hasta el momento, lo juro, pensé que Brenda no tenia nada que ver, hablamos de ir en enero a trabajar. Nunca sospeché que ella era parte de eso, nos vino con otra versión. Yo ya me quiero ir de ahí... No soporto más… Perdón, disculpen”. Agustina también afirmó: “Yo también espero que tomen la decisión adecuada y me permitan volver a mi casa junto con mi familia. Tengo la suerte de que mis papás me visitan constantemente y en ningún momento me dejaron sola, solo pido volver con mi familia”.

Lo cierto es que los jueces Bertuzzi y Llorens se llevaron una batería de argumentos a favor y en contra del procesamiento dictado el 30 de septiembre por la jueza María Eugenia Capuchetti, en donde consideró que “los sucesos del 1° de septiembre fueron el capítulo final del plan delictivo que previamente habían acordado, diseñado y estudiado Brenda Elizabeth Uliarte, Fernando André Sabag Montiel, Nicolás Gabriel Carrizo y Agustina Mariel Díaz”. Y consideró cómplices secundarios a Carrizo y Diaz del intento de asesinato de CFK.