El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires se refirió a los crecientes reclamos contra la inseguridad. Además, habló de su futuro político.
Sergio Berni se refirió a los crecientes reclamos contra la inseguridad en el conurbano bonaerense. Además, volvió a hablar de su futuro político: “No puedo dejar al Gobernador en el momento más difícil, en un diciembre en el que va a haber que hamacarse”.
El funcionario de Axel Kicillof comenzó a plantear a poco de asumir como ministro de Seguridad provincial sus diferencias con el Gobierno de Alberto Fernández. Las hizo públicas y la principal receptora fue hasta hace poco su ex par de la Nación, Sabina Frederic. La situación se tensó incluso con referentes del kirchnerismo cuando el 12 de septiembre el Frente de Todos fue duramente derrotado en las PASO.
Pese a los cambios de Gabinete y a la presencia de Aníbal Fernández, Berni se mantuvo distante del Poder Ejecutivo nacional y había puesto en duda su continuidad luego de los comicios del próximo domingo. Días atrás adelantó que el próximo lunes se iba a tomar 24 horas para analizar “muchas cuestiones políticas” que definirían su futuro dentro de la coalición oficialista.
Sin embargo, este miércoles aseguró que seguirá siendo ministro de Seguridad bonaerense justificando que prevé un escenario difícil de cara al final de año.
“Tengo dos responsabilidades, una como ministro y otra política”, comenzó contrastando. En diálogo con Romina Manguel -por A24-, explicó que desde lo político está “evaluando un montón de cosas”. Pero recalcó: “En esta situación, como está la provincia, y con la lealtad que le debo a un gobernador que puso todo lo que había que poner para que ese plan integral (de seguridad) funcione, no puedo dejarlo en el momento más difícil, con un diciembre que le puedo garantizar que va a haber que hamacarse”, definió Berni confirmando su voluntad para seguir siendo funcionario del Frente de Todos, independientemente del resultado electoral del próximo domingo.
El crimen del kiosquero de Ramos Mejía puso en primer plano el tema de la inseguridad a días de los comicios generales, y con ello salieron a flote propuestas de todo tipo para enfrentar la cuestión. Desde el garantismo de Eugenio Zaffaroni hasta la pena de muerte de parte de sectores de la oposición.
En este contexto, el ministro aseguró que desde el punto de vista moral “no temblaría” en aplicar el castigo capital, pero aclaró que hay cuestiones técnicas que harían inviable su implementación.
En ese sentido el funcionario kirchnerista apuntó contra los dirigentes opositores que recrudecieron su postura sobre la inseguridad en el tramo final de la campaña. “Durante los cuatro años de Macri hubo pena de muerte”, manifestó. Ante la sorpresa de la conductora y su panel de periodistas, explicó que el ex presidente firmó “un decreto para aplicar la Ley de Derribo”.
“En ese marketing de la lucha contra el narcotráfico, la Ley de Derribo es una pena de muerte peor que la tradicional que conocemos de países como Estados Unidos donde hay un juicio previo y la posibilidad defensa, en este caso no”, agregó, y preguntó: “¿Cuántos aviones derribaron? Ninguno”. “En Argentina hubo pena de muerte, la inventó Macri como parte del marketing pero hubo cero derribos”, enfatizó.
Consultado sobre su opinión acerca de la pena de muerte, Berni afirmó que no le “asusta” discutirla pero diferenció distintos puntos. “Soy católico, la vida solo la puede sacar aquél que la da, desde lo técnico y lo moral no me temblaría el pulso en aplicar la pena de muerte, no me asustaría aplicarla”, declaró. No obstante marcó que “técnicamente uno corre el riesgo de ejecutar a un inocente” por “la imperfección del sistema judicial”.
“Es imperfecta y constitucionalmente inviable, pero si me tengo que sentar a discutirla no le saco el culo a la jeringa”, explicó acerca de su postura.
Durante la entrevista detalló que “la provincia tiene tres homicidios por día” y defendió su gestión especificando que en comparación con 2019 se bajaron los delitos “en promedio 25%”. También que se “evadieron las proyecciones de este año donde se calculaban entre 1.200 y 1.300 homicidios”.
Tras el crimen de Roberto Sabo, manifestó con bronca que “hay una larga fila de funcionarios públicos que deben la cara... Debemos dar explicaciones”. Sobre el homicidio del kiosquero volvió a apuntar al sistema judicial por la liberación de presos.
Por último, Berni se hizo cargo del accionar policial con gases lacrimógenos frente a los vecinos que exigieron justicia el lunes pasado en Ramos Mejía y denunció la presencia de infiltrados en la manifestación.
“Yo di la orden, la comisaría no se toca, lamentablemente el 99% de la gente que estaba en la marcha estaba en paz, pero siempre hay grupos de infiltrados que van por el lío”, concluyó.