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Abril de 2024
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El Papa dijo que la propiedad privada es un derecho secundario y reivindicó a los sindicatos

En un mensaje por video, Francisco envió un discurso a la OIT. Además, el pontífice destacó las necesidades de los migrantes y los trabajadores más vulnerables en general. "Cuando un sindicato se corrompe, los sindicalistas se distancian del pueblo".

17/06/2021

En un mensaje por videoconferencia a la OIT, el papa Francisco reivindicó el derecho de todos los trabajadores a organizarse en sindicatos en momentos que la actividad económica está a punto de aumentar a medida que disminuye la amenaza de la pandemia y señaló que la propiedad privada es un derecho secundario.

El pontífice destacó las necesidades de los migrantes y los trabajadores más vulnerables en general, en un mensaje por video a la conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una agencia de la ONU con sede en Ginebra. Durante su discurso, dijo que “a veces, al hablar de propiedad privada olvidamos que es un derecho secundario, que depende de este derecho primario, que es el destino universal de los bienes”.

"Los sindicatos son una expresión del perfil profético de la sociedad. Los sindicatos nacen y renacen cada vez que, como los profetas bíblicos, dan voz a los que no la tienen", afirmó el pontífice, aunque advirtió: "Cuando un sindicato se corrompe, ya esto no lo puede hacer, y se transforma en un estatus de pseudo patrones, también distanciados del pueblo".

Francisco dijo que la reconstrucción de las economías después de los reveses del Covid-19 debe apuntar a un futuro con “condiciones laborales decentes y dignas”, que provengan de la negociación colectiva. Dijo que el “derecho de la sindicalización” es una de las protecciones fundamentales de los trabajadores.

Deploró que muchos migrantes y trabajadores vulnerables suelen quedar excluidos de los planes nacionales de salud. Durante la pandemia, esta exclusión “complica la detección temprana, la realización de pruebas, el diagnóstico, el rastreo de contactos y la búsqueda de atención médica por el COVID-19 para los refugiados y los migrantes y, por lo tanto, aumenta el riesgo de que se produzcan brotes entre esas poblaciones”, dijo el papa.

Observó que las mujeres que trabajan como vendedoras callejeras y empleadas domésticas, sobre todo en la economía informal, carecen de acceso a las guarderías y por ello deben llevar a sus niños al lugar de trabajo o dejarlos solos en casa.

“Por lo tanto, es muy necesario garantizar que la asistencia social llegue a la economía informal y preste especial atención a las necesidades particulares de las mujeres y de las niñas”, dijo.