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Opinión y Actualidad

Enola Holmes es la película perfecta para Millie Bobby Brown

El universo de Sherlock Holmes, su pensamiento deductivo y su personalidad fastidiosa y peculiar atraen desde siempre a los creadores de la TV y el cine.

16/10/2020

Por Natalia Trzenko

La cantidad de adaptaciones y vueltas de tuerca que la producción hizo del personaje creada por sir Arthur Conan Doyle entusiasma a los espectadores cada vez que una nueva versión del detective regresa a la pantalla. En ese sentido, este film producido por Netflix, basado en la serie de libros juveniles escritos por Nancy Springer que también tienen versión como novelas gráficas, ya tenía una ventaja y varias desventajas desde el inicio. Es que en las seis novelas Sherlock Holmes está presente pero no es el protagonista del cuento. En cambio, es su hermana menor Enola quien lleva adelante las investigaciones y resuelve los misterios con tanta habilidad como Sherlock, aunque con mucha más sensibilidad.


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Y eso es lo que cuenta la película que protagoniza Millie Bobby Brown que tomando lecciones de su personaje, no solo se dedicó a actuar sino que también es productora del film. Un relato y un papel que parecen diseñados para la talentosa intérprete de Stranger Things.


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Con la dirección de Harry Bradbeer -realizador televisivo reconocido por su trabajo en series como Killing Eve y Fleabag- la historia situada a finales del siglo XIX en Inglaterra comienza en la mañana del cumpleaños número 16 de Enola, cuando la joven descubre que su madre (Helena Bonham Carter), desapareció, y el único rastro que dejó atrás son sus regalos. Desconcertada y algo dolida por la huida de la madre que la crió para que sea una persona independiente, de pensamiento crítico y habilidades físicas que estaban restringidas para las mujeres de la época, Enola decide emprender ella sola la búsqueda de su mamá. Una iniciativa que a sus hermanos mayores Mycroft (Sam Claflin) y Sherlock (Henry Cavill) les parece entre ofensiva y ridícula. Pero ahí va la joven disfrazada hacia Londres para evitar el peor destino de todos: ser enviada a la escuela para señoritas de la estricta señora Harrison (Fiona Shaw).

Con algo del timing para la comedia que Bradbeer aplicó a Fleabag -Enola también rompe la cuarta pared y como sucedía con el personaje de Phoebe Waller Bridge, el truco funciona-, y con unos guiones siempre con la mira puesta en la exaltación de los derechos de las mujeres y el espíritu feminista de Enola y su madre, la película consigue equilibrar su mensaje con una buena dosis de aventura y entretenimiento. Claro que todo ese esfuerzo contaría poco si la película no contara con la Enola perfecta. Aunque no hacía falta, Brown vuelve a demostrar su habilidad para apropiarse de cada escena en la que aparece aun cuando tiene enfrente Helena Bonham Carter -robadora de escenas ajenas si las hay- que aquí, como le sucede a los espectadores, se rinde a los pies de la fantástica señorita Brown.