Santiago del Estero, Jueves 28
Marzo de 2024
X
Opinión y Actualidad

Un contrato ciudadano en tiempos complicados

La pandemia ha puesto de relieve y agravado problemas sociales, sobre todo la desigualdad

27/09/2020

Por: Pbro. Dr. Marcelo Trejo

(Observatorio Provincial c/Trata de Personas)


El arquetipo bíblico judeo-cristiano refiere siempre al hombre destinado a un proyecto de Pueblo y a su destino de ser colectivamente feliz. Un axioma que alude a pactos sociales, acuerdos políticos y actores intervinientes en ese escenario institucional.

La República Argentina y sus correlatos en las Provincias también se constituyen mediante un Contrato de Bienestar. Sin embargo, “la pandemia ha puesto de relieve y agravado problemas sociales, sobre todo la desigualdad” (SS. Francisco).  

Este marco situacional desafía también al gobierno de Santiago del Estero en una doble dimensión: proteger a la provincia frente al COVID y sostener firmes los ejes que refuerzan dignidad pública.

Un escenario pandémico que golpea el día a día. Algo inédito, lejos de lo socialmente imaginado y fuera de todo cálculo económico. Aun así, el pacto de bienestares al alcance de todos/as es una marca de gobernabilidad insustituible.

Tiempo desafiante donde se construye una nación federal y tiempo verificado de gestión  provincial, libre de deuda monetaria alguna, y alejada de cualquier default. Insisto, “esto no es tarea de un iniciado; más bien, es el manejo prudente y estratégico de quien sabe gobernar”.

Compromiso principal que no disminuye ni un mínimo la responsabilidad ética de las otras fuerzas del medio en el quehacer del bien común. La solidaridad política debe afirmarse en todas sus formas. Aquí no puede caber ningún tipo de intereses egóticos, partidarios o trans-ideológicos localizados en niveles nacionales o en sus transferencias a las geopolíticas provinciales.

Un estar-bien santiagueño cuyo termómetro social se encuentra en las comunidades barriales. Espacios agónicos de dignidades y fracasos. Lugares álgidos violentados que, por acciones o reacciones, ponen en evidencia el conflicto fundante de una posible confección deshilachada del Contrato Ciudadano en medios populares.  

Allí donde la noción de meritocracia solo es negación de realidad y la construcción de condiciones posibilitantes pueden convertirse en sueños y militancias. Hay que entretejer un Nuevo Acuerdo Cívico.

Un ideario político-institucional traccionado por la “Nueva Autonomía que nos merecemos; por una provincia más desarrollada y que cumpla metas en lo económico y social para todos/as”. (Cf. Dr. Gerardo Zamora).

Para ello, la cotidianeidad popular debe ser empáticamente conocida, socialmente contenida e institucionalmente impulsada. Aquí pues, la presencia activa de las dirigencias políticas, democráticamente electas, adquieren notable validez. ¡Hay que caminar el territorio!

El pacto ciudadano adviene cuando la justicia distributiva provoca la paz integral. Instancias dialógicas donde se conjugue “territorios e institucionalidad”, verdaderos ejes de la democracia.