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Mascotas

Por qué es importante incluir antioxidantes en la dieta de tu gato

Son beneficiosos, ya que juegan un papel importante en la reducción del daño celular. Además, mantienen un sistema inmune sano en los felinos.

10/08/2020

Los antioxidantes son beneficiosos y juegan un papel muy importante protegiendo al cuerpo de los seres vivos.Estos compuestos ralentizan el proceso oxidativo destructivo de las moléculas celulares. Son indispensables para apoyar las respuestas inmunológicas en los felinos domésticos.

Los antioxidantes, de forma general, son nutrientes que se encuentran en la comida y protegen el cuerpo contra los radicales libres. Los radicales libres provocan daño celular, pero los antioxidantes combaten su efecto negativo.


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Los antioxidantes más conocidos son:

Vitamina E: neutraliza los radicales libres, los cuales son responsables de causar daño celular.

Selenio: componente esencial utilizado por enzimas de antioxidantes que son beneficiosos.

Vitamina C: inactiva los radicales libres. También regenera los niveles de vitamina E, restaurando su actividad antioxidante.


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Carotenoides: incluyen a compuestos como la luteína o el betacaroteno. Además, trabajan junto a la vitamina E, buscando radicales libres que neutralizar.

Incorporando alguno de estos alimentos a la dieta de tu mascota podrás dotar a su organismo de antioxidantes.

Kril: es un minúsculo crustáceo que se encuentra en todos los océanos del mundo. Se trata de microorganismos que conforman el eslabón fundamental de la cadena trófica de los ecosistemas oceánicos. Contiene uno de los antioxidantes más potentes, la astaxantina, que contrarresta efectos de afecciones como la diabetes.

Pescado: tiene la vitamina E y selenio. Se recomienda que los gatos consuman una pequeña cantidad de pescado dos veces a la semana.


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El salmón, la caballa o el arenque son ejemplos de pescados ricos en vitamina E. Por otro lado, el salmón también contiene el mineral selenio y el aminoácido taurina, antioxidantes imprescindibles para los gatos.

Frutas y verduras: la vitamina C en cítricos, brócoli o verduras verdes; la vitamina A y carotenoides, en las zanahorias y los tomates

Carne magra y alimentada con pasto y aves de corral: son fuentes de selenio.

Mezcla de algas marinas: aportan antioxidantes como las vitaminas A, C y E, así como diferentes minerales (selenio, cobre o zinc).