Olvidate del aceite de coco...
Incluso las fanáticas de los productos de marca aman poner en práctica algún truquito de DIY. Puede ser muy divertido armar una máscara con lo que tenés en la heladera (palta o yogur van muy bien) y ni hablar de la magia que hace el vinagre de manzana para revivir el pelo opaco. Pero a Internet se le está yendo la mano: algunos de los trucos que ves en posteos de Instagram o YouTube no solo son una locura, sino que también son peligrosos. Aquí, los consejos de los que mejor huir. Tu cara te lo va a agradecer.
Usar aceite de coco como humectante
Es un punto controvertido, porque el aceite de coco es el ingrediente de moda en este momento. Pero hay buenas noticias: seguí usándolo para cocinar y para nutrirte el pelo o las partes del cuerpo que tengas muy muy secas. No lo utilices como hidratante facial a menos que jamás te salga un granito y que tu piel sea tan seca como el desierto del Sahara: si no, como el resultado tendrás poros tapadísimos.
Barrer las células muertas con jugo de limón o de lima
¿Viste el efecto que te produce una gota de limón en la lengua? Así se va a sentir tu piel si le tirás un jugo súper ácido encima. Lo peor es que si te exponés al sol, el limón puede disparar una reacción química que produce sarpullido, quemaduras severas o híperpigmentación.
Exfoliar con azúcar, sal o bicarbonato de sodio
Estos tres ingredientes solo deberían usarse en el cuerpo, jamás en la cara. Los gránulos -muy utilizados en los preparados exfoliantes caseros- tienen aristas agudas que agreden la piel y la dejan enrojecida y en carne viva. Una manera más amable de hacer que tu piel esté radiante es usar una toalla pequeña (siempre limpia) como masajeador cada vez que te lavás la cara.
Ponerte pasta de dientes en los granitos
No hay duda de que los seca, porque tiene bicarbonato de sodio y agua oxigenada, pero lo más probable es que deje el área más irritada y enrojecida. De hecho, algunas personas sufren de irritaciones en la comisura de los labios cuando se cepillan los dientes. La pasta de dientes y la piel no hacen una buena combinación.
Aplicar clara de huevo para reafirmar la piel de la cara
Este “secreto” para una piel más lisa es viejísimo. ¿Sabés qué otra cosa es viejísima? La salmonella.
Combatir granitos con crema para la cola del bebé
Estas cremas suelen tener muchos ingredientes antiinflamatorios como el óxido de zinc y están pensadas para tratar la piel enrojecida. Pero también incluyen otros ingredientes en su formulación (aceites minerales, parafina, cera de abejas sintética) que mejor mantener lejos de la cara si tenés tendencia al acné.
Usar el desodorante como polvo matificante
Si tenés la piel muy grasosa y no podés salir a comprar un polvo, te recomendamos un truco que sí funciona: el papel para proteger el asiento de los inodoros públicos funciona como un excelente absorbente de oleosidad. El antitranspirante solo suprime la producción de sudor. Y además, los polvos que contiene el desodorante común pueden irritar la piel y causar erupciones.
Ponerle pegamento a los puntos negros
Los puntos negros son lo peor y estamos dispuestas a hacer cualquier cosa para deshacernos de ellos. Si bien no es tóxico, el pegamento puede irritar la piel. En vez de arriesgarte, hablá con tu dermatólogo sobre el retinol, cuya eficacia para aflojar poros tapados está comprobada.
Usar alcohol común en vez de tónico
Es como una bomba nuclear: el alcohol arrasa con la oleosidad, pero también con la hidratación natural de la piel, por lo que la deja tirante, reseca y probablemente irritada. Además, es posible que la piel contraataque produciendo más grasitud.
Fuente: Elle de Clarín