Pequeños hábitos para sacarle el máximo provecho a los productos de belleza.
El resultado de una rutina de belleza no solo depende de encontrar los productos acertados. Hay ciertos errores de uso de los cosméticos que resultan muy frecuentes y que impiden lograr los resultados esperados. Distintos expertos en belleza explican algunos de ellos. Para evitarlos y maximizar los resultados.
La higiene de la piel
No enjuagar los productos de limpieza
"Un producto de este tipo debe tener poder de arrastre de los restos de cosméticos e impurezas y no ser demasiado agresivo para la piel. Cualquiera sea la opción elegida, es fundamental que sea adecuado a las características de la piel y siempre debe retirarse con abundante agua tibia y a temperatura natural, en ese orden. Si no, quedaría sobre la piel, además del producto de higiene, el sebo cutáneo, los productos cosméticos y las partículas propias de la polución". (Viviana y Norma Bustos)
Irse a dormir con el maquillaje
Aunque hayan pasado largas horas desde que nos maquillamos o que solo hayamos usado una crema con color, bb o cc cream, para tener bien la piel, "es importante incorporar el hábito diario de retirar todos los restos de maquillaje. Además, si usamos un maquillaje waterproof para ojos, será necesario quitarlo con un cosmético específico bifásico (que contenga aceite y agua) o aplicar dos veces agua micelar, una opción que se adapta a todos los tipos de piel y que también resulta hidratante, o la leche de limpieza adecuada". (Pedro Rovere)
Abusar de los productos exfoliantes
Las exfoliaciones o peelings constituyen un paso fundamental para mantener la piel luminosa, eliminar los puntos negros, impurezas y el engrosamiento que suele ocurrir después de pasar varias horas al sol. Pero, si se realizan demasiado seguido pueden tener un efecto rebote, contrario al buscado. La medida justa: "No más de dos veces por semana, debe elegirse un producto suave y con la textura y los componentes adecuados al tipo de piel". (Pedro Rovere)
Operativo hidratación
Usar la misma crema a la mañana y a la noche
"Por un tema económico o simplemente por practicidad, muchas mujeres usan la misma crema para el día y para la noche. Cuando, en realidad, los productos están desarrollados con los componentes específicos adecuados a los distintos momentos. Como pautas básicas, la crema de noche debe tener algún principio activo antiage o nutritivo. Mientras que de día debemos hidratar y aplicar emulsiones o cremas que contengan antioxidantes y factor de protección solar. También son adecuadas las emulsiones descongestivas, en casos de pieles con tendencia a la rosácea, con ácidos frutales, para eliminar manchas o disminuir las arrugas. Si de todas maneras se usará el mismo producto, el consejo es usar la crema de día también para la noche, y no viceversa". (Pedro Rovere)
Pensar que no necesitamos una crema humectante o hidratante
“La piel se ve constantemente expuesta a una serie de agresiones: cambios drásticos de temperatura, viento, exposición a los rayos UV, utilización de productos químicos agresivos e irritantes, transpiración y el contacto prolongado con el agua y el cloro. Estos factores, sumados al proceso natural de envejecimiento, hacen que pierda la elasticidad, tornándose áspera, tirante y frágil. Por esta razón, es aconsejable poner acento en la humectación e hidratación, con productos adecuados a las necesidades específicas de ese momento". (Christián Sánchez Saizar)
No seguir la forma de aplicación recomendada
Este tip es fundamental para los liposomas, una de las presentaciones más utilizadas y con mejores resultados. "La característica de este tipo de productos es que cuentan con microesferas que atraviesan la capa superficial de la piel y desarrollan su actividad específica en las capas más profundas. Con lo cual, su efecto es más intensivo. Para que estas sustancias lleguen a este nivel, debe aplicarse con un suave tecleo o roce. En cambio, si se colocan por fricción o presión quedarán en la superficie". (Norma y Viviana Bustos)